martes, 29 de abril de 2008

EL AUTO DEL BOCHORNO

Después de las veleidades del Sr. Butrón: Caso hotel Los Gallos, Coto San José, Ronda Oeste, Etc.

Hoy surge el gran bochorno ( para él no, porque no tiene pizca de dignidad política) para la Asamblea de Izquierda Unidad de Chiclana. El Auto de Archivo del Juzgado de Instrucción núm. 2 de Chiclana es contundente,

así se expresa el Juez:

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Después de este Auto tendrá que resolverse el asunto del Hotel los Gallos, mas pronto que tarde, y sobre la ronda oeste, recordar el panfleto que IU publico en Julio del 2006, poniendo como cómplice de los pelotazos urbanísticos al PSOE, y al día de la fecha el Sr. Butrón apoya la ronda oeste en los mismos términos que el PSOE.

La Asamblea de IU debería pedir explicaciones a su dirigente y a aquellos particulares miembros de la asamblea que se personaron como acción popular, ya que todos ellos han sido condenados en costa y se presupone que han cometido el delito de denuncia falsa.

Hoy, curiosamente, el BOP recoge el nombramiento de uno de ellos como asesor del Alcalde.

domingo, 27 de abril de 2008

CARTA A UN MALTRATADOR

Para ti, cabrón:

Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado... porque la has maltratado.

¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras... Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu “método de disciplina” intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré:

Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día.

Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera como eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como

siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!–dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo.

Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez…

Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a ti. Esta carta es para ti, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que solo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

Fernando Orden Rueda,

2º Bachillerato Ciencias de la salud, I.E.S Bioclimático,

Badajoz.

sábado, 19 de abril de 2008

jueves, 17 de abril de 2008

La baba en la pluma

Análisis

DANIEL ANIDO/ DIRECTOR de CADENA SER   17-04-2008

Cuando fluye la baba y el periodismo se acojona la tiniebla va cubriendo el espacio vacío; un territorio abandonado que ocupan pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados, con nombres y apellidos.

Son de ilustres burgos, ansones, losantos, pejotas, usias y alguna que otra schlichting, pero segregan ese líquido viscoso y corrompido por la comisura de sus parpados, acentuando el asco que desprende su mirada.

Tenemos que mirar sus caras, seguir con atención el recorrido; ver como avanza ese residuo pútrido que desciende por los pliegues hasta la boca, como carcome gota a gota su lengua relamida; como la inunda y luego la desborda, para proseguir su camino hasta la mano pegajosa que sostiene la pluma y derramar allí toda su miseria.

Cuando fluye toda esta baba compartida y el periodismo se acojona, estos mirones clandestinos, estos fetichistas de la mugre, se proclaman profetas con derecho de pernada, levantan púlpitos con barrocos tornavoces, apoyan sus falanges en el antepecho, despliegan su abyección más tenebrosa y corrompen el espacio compartido.

Cuando el periodismo se acojona delante de estos usurpadores del oficio, la cloaca extiende su dominio, se adueña de la plaza pública y construye allí su pasatiempo favorito: el juego delictivo del insulto, donde prevalece y se premia la discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como pueden ser la orientación sexual, la fe o falta de ella, la ideología, la gestación, la edad, el nombre o el apellido.

Cuando el periodismo se acojona delante de estos mediocres, que confunden la baba con el intelecto, nuestra profesión pierde el futuro; los ciudadanos, su libertad, y la democracia, el sentido.

El periodismo tiene que hacer frente a la contaminación que desprenden estos exhibicionistas de la baba en la pluma, a la perversión que esconden bajo el necesario paraguas de la libertad de expresión.

Son previsibles. Se plantan delante de sus víctimas y abren con rapidez sus gabardinas, dejando ver su desnudez intelectual. Pero, son cobardes. Si les plantamos cara, mirando fijamente sus despojos orgánicos, señalando con el dedo su minusvalía y mostrando nuestro desprecio con una sonora carcajada, que al tiempo alerte al resto de la ciudadanía, salen corriendo a esconder sus complejos y sus colgajos... en el fango.

(A ellas, que sufren estos días el maltrato de quienes quieren robarnos el oficio: disculpas.)

Contundente y magnifica contestación. Estamos contigo Daniel.

domingo, 13 de abril de 2008

LOS AGOREROS DEL MIEDO

Este artículo de José Félix Tezanos, editado en Fundación Sistema , nos conmina a la confianza en vez de al tremendísmo económico.

Una lección que debemos aprender todos, sobre todo en Chiclana.

LOS AGOREROS DEL MIEDO

Los análisis y comentarios que se publican en algunos medios de comunicación sobre la inminencia de una gran crisis económica están generando una sensación de desconfianza que puede acabar propiciando objetivamente factores de crisis. Lo que, desde luego, no es muy responsable ni va a ayudar a hacer frente de una manera razonable a una eventual crisis.

La impresión que muchos ciudadanos tienen es que podemos estar ante una coyuntura en la que se interconectan diversos factores y que no se trata solamente de un sector de la economía, o de uno o varios países afectados, sino de algo más general. Algunos analistas llevan meses anunciándonos catástrofes sin par, con una obsesión tan recurrente, con un grado de pesimismo tan fatalista y con tan escasa atención a las soluciones y alternativas posibles, que al final hasta se les está poniendo cara de enterradores.
El problema es que tal manera de proceder, unida a la falta de reflejos de algunos líderes políticos, puede socavar la confianza de los ciudadanos. Y esto, en una dinámica económica como la actual, en la que existe un alto grado de interdependencia y que está basada en gran parte en la confianza, puede acabar teniendo costes importantes. ¡Recordemos el “efecto Thomas”!
Por eso, es importante que desde los ámbitos políticos se diseñen estrategias específicas orientadas a recuperar la confianza y a situar la crisis de algunos sectores económicos en sus justos ámbitos y en sus específicos términos. Sin ocultamiento, pero sin exageraciones ni generalizaciones.
A partir de lo que está ocurriendo, y de los movimientos de desconfianza que se pueden generar, lo primero que es preciso entender es la disfuncionalidad de permanecer aferrados a los mismos tópicos y prejuicios ultra-liberales que han posibilitado algunas formas de proceder tan irregulares como las célebres “hipotecas basura”, que tantas perturbaciones están creando. En este sentido, no deja de ser significativo que algunas de las voces más autorizadas en el campo del análisis económico estén reclamando regulaciones financieras y medidas que puedan generar seguridad. Incluso medidas de intervención económica.
Pero, en sociedades como las actuales, posiblemente no sean suficientes las medidas económicas, especialmente porque algunas de ellas llegan un poco tarde. Para recuperar la confianza y evitar movimientos y reacciones inapropiados en los ciudadanos, hay que actuar en el plano político y en el trasfondo sociológico. En primer lugar, hay que pedir a los responsables políticos, sobre todo del área económica, que pongan más énfasis en resaltar las posibilidades positivas de reencauzar la situación que en anunciar lúgubremente los males económicos que nos amenazan. Cuando alguien va al médico no quiere que le expliquen con detalle lo mal que se encuentra, sino cómo se va a curar de sus padecimientos. A los ciudadanos en el plano económico les ocurre lo mismo: lo que quieren es soluciones y no pronósticos agoreros.
En segundo lugar, los líderes políticos deben hacer esfuerzos de conjunción de criterios y propuestas en estas cuestiones, transmitiendo a la opinión pública un mensaje de firmeza y de coherencia común.
Y, en tercer lugar, es preciso explicar las medidas e iniciativas que se van a tomar en el caso de que se produzcan problemas, para garantizar que no se produzcan encadenamientos críticos que perturben la buena marcha general de la economía y, sobre todo, las posibilidades de recuperación a medio plazo. Y, para ello, será preciso también delimitar muy claramente ante la opinión pública, que una cosa son las empresas sectoriales que no han sabido operar y otra cosa es el sistema financiero, por ejemplo, que está muy interconectado y que cumple una función económica primordial de carácter general, y sobre el que no debe existir ninguna desconfianza. Lo cual es algo que deben tener muy claro todos los ciudadanos.
En definitiva, entre el “dejar hacer” y quedarse cruzados de brazos y el agorerismo tremendista, se encuentran los espacios propios de la política, que en eventuales coyunturas de inestabilidad tienen que jugar a fondo su papel, con iniciativas y con mensajes capaces de generar confianza y, así, evitar valoraciones y reacciones exageradas.

José Félix Tezanos

sábado, 12 de abril de 2008

El PSOE considera que Internet fue determinante en su éxito en las Elecciones Generales

Permalink 10.04.08 @ 01:24:14. Archivado en Política

El diseño audiovisual de los contenidos políticos incluidos en la página web de internet y la movilización de "cibervoluntarios" para la participación en blogs y foros de la red hizo posible en gran medida el éxito obtenido por el PSOE en las elecciones generales del 9 de marzo.

Así lo ha manifestado en Segovia el senador socialista por Granada y coordinador de la campaña electoral en internet de este partido, Luis Salvador, que intervino en las II Jornadas sobre Comunicación Política organizadas por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Valladolid, dedicadas al análisis de los contenidos de la campaña electoral de las pasadas elecciones.

Salvador reemplazó al diputado por Segovia Oscar López, que no pudo asistir al participar en el debate de investidura del presidente Rodríguez Zapatero, al igual que el responsable de comunicación del PP Gabriel Elorriaga, que también iba a intervenir en este foro universitario.

En declaraciones a los periodistas, el senador señaló que la campaña electoral "estuvo marcada inicialmente por los contenidos de internet y iniciativas como el ciberactivismo", con la que el PSOE consiguió la creación de una "blogosfera progresista" con más de 1.100 blogs y la participación de más de 51.000 "ciberactivistas" en foros y chats a lo largo de la campaña.

Luis Salvador aseguró que tras el debate televisado entre Zapatero y Rajoy "la campaña giró hacia los contenidos expresados por ambos líderes, que atrajeron de forma mayoritaria la atención de los ciudadanos".

Pese a ello, señaló que los contenidos de internet "provocan siempre un fuerte impacto en el exterior, ya que cualquier mensaje audiovisual colgado en la web tiene un efecto multiplicador a través de su repercusión en el resto de medios de comunicación".

Por otra parte, indicó que los mítines multitudinarios o la presencia de los candidatos en actos públicos "forman parte de la liturgia electoral y no desaparecerán, porque aunque en ocasiones se dice que en ellos sólo participan los convencidos, también sirven para tensionar a la militancia y elevar la movilización".