El lobi ateo de Londres sopesa exportar su campaña a Barcelona
- • Las donaciones para pagar anuncios en los buses urbanos llegan a los 137.000 euros
- • Australia, Canadá, Francia y EEUU son otros objetivos del colectivo antirreligioso
MAURICIO BERNAL
BARCELONA. El Periódico.com
Es posible (y de momento es exactamente eso: una posibilidad) que de aquí a poco tiempo la señora que a media mañana espera el autobús en Nou Barris, pensando en la crisis y en el puesto de su hijo, en el futuro de su nieto y en que ya podría esa nuera suya buscar un trabajo nuevo, moverse, espabilar un poco... es posible que en el autobús que finalmente aparece por una esquina la señora encuentre un motivo para no pensar ya más en su hijo ni en la crisis ni en nada; porque es posible que descubra, en un lado del vehículo, el germen de un pequeño desconcierto, la frase de la que seguramente hará tema con los otros pasajeros después de asegurarse de que está leyendo bien: Probablemente no hay Dios. Deja de preocuparte y disfruta de la vida.
La Campaña Atea que encabeza el conocido biólogo británico Richard Dawkins podría llegar a Barcelona dentro de pocos meses. La recogida de fondos lanzada la semana pasada para financiar la publicidad antirreligiosa en los autobuses londinenses ha ido tan bien, pero tan bien, que los responsables no han tenido más remedio que ensanchar sus horizontes, y en los nuevos confines de la iniciativa aparece ahora --terreno excelente, bien abonado-- Barcelona.
ESA FIBRA SENSIBLE
"La gente que ha donado su dinero lo ha hecho para que pongamos publicidad en los autobuses y eso es lo que vamos a hacer --explica Jon Worth, mano derecha de Dawkins--. Considerando que hemos recaudado mucho más de lo previsto, lo que haremos será pagar más publicidad por más tiempo, y no solo en Londres, sino en otras ciudades del Reino Unido, de Europa y de otros países". El criterio para escoger, explica, está directamente ligado a la acogida de la campaña en internet. Al parecer, los internautas de Barcelona han aplaudido a rabiar; y los de Australia, Canadá, Francia y EEUU, por poner algunos ejemplos. "No se ha decidido nada --advierte Worth--. Aún estamos analizando que vamos a hacer".
El antirreligioso Dawkins, acérrimo defensor de Darwin y su teoría de la evolución, se había propuesto recaudar 7.000 euros para pagar los anuncios en el transporte londinense, pero resulta que en apenas una semana ya tiene cerca de 137.000. Su campaña ha hecho furor en el Reino Unido, ha sido divulgada por los principales medios de comunicación y ha cosechado tantas críticas furibundas como aplausos rabiosos. "Hay ateos que nos critican porque el mensaje es blando", dice Worth.
"Creo que el éxito --continúa-- obedece a dos factores. Primero, que es una idea divertida. Y segundo, que es un tema central de la política británica: el Gobierno financia cada vez más escuelas religiosas y hay mucha gente en contra que quiere expresarse. Me parece que hemos tocado esa fibra sensible".